Me encontré con el Prof. Francisco Sabatini caminando
detrás de la audiencia. Nos topamos y desviamos nuestros respectivos trayectos.
Al cruzar a la izquierda en el pasillo, nos topamos con un grupo de estudiantes
del Prof. Sergio Baeriswyl, quienes, en filia india, experimentaban con un
experimento urbano. Era el segundo día de un evento que se llevaba a cabo en la
Ciudad de Concepción, en el mismo hotel en donde se hospedó Noel Gallagher en
su visita a la ciudad penquista, el hotel Radisson. Luego, en una de las
habitaciones del hotel, al final de la jornada, mientras nos tomábamos una
cerveza antes del brindis de cierre del evento, unos españoles se quejaban de
la organización, y no se explicaban cómo un local pagaría tanto dinero por
participar de él. Pero sin embargo, el único chileno del evento fue el que tuvo
la mayor aceptación en la propuesta que presentó en el evento. Además, decía:
«vine por el hotel, dos días en el hotel… y las comidas»; los españoles no le
creían. Luego en el jardín, en el lugar en donde se ubicaba el acceso al
brindis de cierre dos mujeres jóvenes con una indumentaria hippie de finales de
los sesentas, un poco pasadas de tragos, increpaban a David Bowie, y le decían
que era un famoso “muy viejo” para el evento. Le decían que no podían creer que
el Productor del evento, uno de los hombres más poderosos del medio, había
tenido la osadía de invitar como Orador de Orden a un hombre tan viejo. David
Bowie les sonreía en silencio con su sonrisa de Maestro. Entonces vino el
discurso de cierre de David Bowie y despotricó a capa y espada. Estaba hecho
una furia. El Productor, luego de finalizada la intervención, le dice a Bowie:
«sabía que las niñas harían su trabajo». «¿Cuáles niñas?», respondió Bowie:
«las que contraté para que te increparan». «¿Entonces fuiste tú?», dijo Bowie.
«Claro», dijo el Productor, y continuó: «Te manejas mejor cuando te provocan;
sabía que no querías estar aquí, que lo hacías por consideración hacia mí, pero
tampoco quería que tu discurso no fuera digno de ti», terminó de decir el
Productor. ¿Y qué hizo Bowie? Le mostró su sonrisa de siempre.