El primero de los sueños fue con la Copa de los
Presidentes (en inglés: Presidents Cup) la cual es una competición de golf
masculina que enfrenta a jugadores de Estados Unidos en contra de jugadores
internacionales y no europeos, en donde la mayoría es integrada por
sudafricanos y australianos; como ahora la están jugando en Australia y los no
europeos van ganando se me quedó grabada en el subconsciente y por eso soñaba
con ella hasta que de repente estaba en el segundo de los sueños; en donde me
encontraba en un auto, sentado en el puesto de detrás del piloto y en un
estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Maracaibo “La Chinita” con José
Alí Porras Salazar, un arquitecto de Costa Rica a quien conocí en el Doctorado
de Chile. José Alí, se da la vuelta en el asiento y me dice: «espera un tantito
que regreso en nada». De manera que dio marcha al motor del auto para encender
el aire acondicionado. Era la hora del final de la tarde y estaba anocheciendo.
En Maracaibo no se puede dejar un auto en marcha, estacionado y sin el piloto
en su puesto porque es un atraco en potencia. Así que en cuanto José Alí se
bajó del auto me salté hacia el puesto del piloto para estar en posición de
guardia. Al rato me sentí intranquilo y moví el auto un par de metros hacia
delante, para ubicarlo debajo de un poste de alumbrado público. Luego me
desperté del segundo de los sueños con el corazón dándome brincos en el pecho,
para meterme en el tercero, es decir, no me desperté del todo. En este tercero
de los sueños, una boca carnosa y apetitosa con un labial de aceite del color
terracota dice: «pendejo espectaculador». Entonces se abre la imagen y veo a la
autora del epitafio y dueña de la boca carnosa y apetitosa con labial de aceite
del color terracota: Mimí Lazo. La imagen se vuelve abrir, y veo ahora el cuerpo
entero de Mimí. Ella tenía puesto un vestido ajustado del color del plomo y con
un estilo de la línea de los vestidos de los años cincuentas. Se dio la vuelta
Mimí, y caminó para alejarse con un contoneo que sólo un vestido muy ajustado de
los años cincuentas puede imitar. Llevaba, cómo no, unos zapatos de tacones
altos de color rojo y de material de patente y en sus piernas llevaba unas
medias negras de nylon. Chao, Mimí.