9/07/2018

Sin título ... (a una mujer) - poemas electrónicos iv – 2018


I.
Eras en Instagram una muñeca de porcelana
con tus labios rojos, gruesos y apetitosos
te colocas en frente de la cámara y nos enseñas tu boca, carnosa.
Pero no eras otra, eras la misma, que todos los días nos miras
con esos ojos bien abiertos de sana lujuria
pero no eras sólo eso (pasión y sexo) eras verso.
Y eso
no es otra cosa.

II.
A veces te tapas un ojo, y nos miras con el otro, ojo grande que
abarca
mundo
que te sigue
en tu cuenta / detalladamente
obstinadamente
(secretamente).
Y eso
no es otra cosa.

III.
A veces nos enseñas
en tu intimidad
dentro de ese marco (público)
cuadrado
de la aplicación, la piel que te cubre
a través de un espejo, o a través de tu mirada
en la cámara.
Piel tersa de joven poeta, amarilla por la falta de luz solar,
insomne, incolora, pálida reflejo de la noche, fosforescente:
esa, eras tú.
Y eso
no es otra cosa.

IV.
Como no hablar / recitar / escribir / sobre tus versos
aquellos que están detrás, o delante,
de tu joven persona excitante,
de tu cabello negro
brillante,
de tus tatuajes
estimulantes,
cuando escribes / recitas / hablas sobre la búsqueda
de la felicidad
un trabajo que es castigo
por lo vano
por lo estéril
por lo vil.
Y eso
no es otra cosa.

V.
También nos hablas / recitas / versificas
de sangre
de sangre menstrual, de sangre de hombre en el esperma
de sangre de aroma en las venas
de sangre de sexo,
de todo lo que no se habla / recita / versifica
porque no se toma en cuenta;
y eso
no es otra cosa.

VI.
Como no mencionar tu apología de querer ser madre
a tu joven edad.
Cuando tienes al mundo por delante,
cuando quieres al mundo en tus entrañas.
Tú eres sólo tú, cuando eres tú, cuando tú, eres tú, con los demás
porque así eres tú: aguerrida, indomable, perseverante.
Y eso que todavía no hablo de tu forma de escribir,
de tus temas y de cómo los tratas.
Y eso
no es otra cosa.

VII.
¿Ahora por qué no imaginar lo que pensamos?
Que no es lo mismo que escribir,
¿Por qué no pensamos lo que imaginamos?
Que es lo mismo que decir:
¿Cómo serás cuando seas madre?
¿Aguerrida, indomable, perseverante?
Lo importante es que serás madre, así será.
¡Y eso
no es otra cosa!

VIII.
Y entonces serán versos de joven–madre–poeta
de poeta–joven–madre
de madre–joven–poeta

de poetisa.
(Lo de joven puede esperar
lo de madre puede esperar
lo de poeta no pudo esperar).
¡Y eso
no es otra cosa!

IX.
Tal vez tus hijos, ¿escribí “tal vez” ?,
tus hijos serán célebres.
Como lo fuiste tú a la edad de los 10 y de los dieciséis,
como lo fueron sus abuelos, tus padres, padres tuyos.
Ellos (tus hijos) harán con su vida amor y arte y penuria de vida.
Vivirán con la fuerza de la irreverencia y de la metáfora.

Y eso
ya es otra cosa.


20 años, 936 versos & 1 relato
(2018)