I.
Eras
en Instagram una muñeca de porcelana
con
tus labios rojos, gruesos y apetitosos
te
colocas en frente de la cámara y nos enseñas tu boca, carnosa.
Pero
no eras otra, eras la misma, que todos los días nos miras
con
esos ojos bien abiertos de sana lujuria
pero
no eras sólo eso (pasión y sexo) eras verso.
Y
eso
no
es otra cosa.
II.
A
veces te tapas un ojo, y nos miras con el otro, ojo grande que
abarca
mundo
que
te sigue
en
tu cuenta / detalladamente
obstinadamente
(secretamente).
Y
eso
no
es otra cosa.
III.
A
veces nos enseñas
en
tu intimidad
dentro
de ese marco (público)
cuadrado
de
la aplicación, la piel que te cubre
a
través de un espejo, o a través de tu mirada
en
la cámara.
Piel
tersa de joven poeta, amarilla por la falta de luz solar,
insomne,
incolora, pálida reflejo de la noche, fosforescente:
esa,
eras tú.
Y
eso
no
es otra cosa.
IV.
Como
no hablar / recitar / escribir / sobre tus versos
aquellos
que están detrás, o delante,
de
tu joven persona excitante,
de
tu cabello negro
brillante,
de
tus tatuajes
estimulantes,
cuando
escribes / recitas / hablas sobre la búsqueda
de
la felicidad
un
trabajo que es castigo
por
lo vano
por
lo estéril
por
lo vil.
Y
eso
no
es otra cosa.
V.
También
nos hablas / recitas / versificas
de
sangre
de
sangre menstrual, de sangre de hombre en el esperma
de
sangre de aroma en las venas
de
sangre de sexo,
de
todo lo que no se habla / recita / versifica
porque
no se toma en cuenta;
y
eso
no
es otra cosa.
VI.
Como
no mencionar tu apología de querer ser madre
a
tu joven edad.
Cuando
tienes al mundo por delante,
cuando
quieres al mundo en tus entrañas.
Tú
eres sólo tú, cuando eres tú, cuando tú, eres tú, con los demás
porque
así eres tú: aguerrida, indomable, perseverante.
Y
eso que todavía no hablo de tu forma de escribir,
de
tus temas y de cómo los tratas.
Y
eso
no
es otra cosa.
VII.
¿Ahora
por qué no imaginar lo que pensamos?
Que
no es lo mismo que escribir,
¿Por
qué no pensamos lo que imaginamos?
Que
es lo mismo que decir:
¿Cómo serás cuando seas madre?
¿Cómo serás cuando seas madre?
¿Aguerrida,
indomable, perseverante?
Lo
importante es que serás madre, así será.
¡Y
eso
no
es otra cosa!
VIII.
Y
entonces serán versos de joven–madre–poeta
de
poeta–joven–madre
de
madre–joven–poeta
de
poetisa.
(Lo
de joven puede esperar
lo
de madre puede esperar
lo
de poeta no pudo esperar).
¡Y
eso
no
es otra cosa!
IX.
Tal
vez tus hijos, ¿escribí “tal vez” ?,
tus
hijos serán célebres.
Como
lo fuiste tú a la edad de los 10 y de los dieciséis,
como
lo fueron sus abuelos, tus padres, padres tuyos.
Ellos
(tus hijos) harán con su vida amor y arte y penuria de vida.
Vivirán
con la fuerza de la irreverencia y de la metáfora.
Y
eso
ya
es otra cosa.
20 años, 936 versos & 1 relato
(2018)