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YAÍ. Pues despertarás de tu sueño de amor, en el
que soy tu creatura, creada por ti, tu creatura de sueño, antes de la aurora y
entonces un velo de sombra cubrirá el recuerdo de tu Sudor de Espinas
Amarillas.
CUCULCÁN.. No agarro bien el sabor de lo que me
dices; pero sabe a reproche de piedras preciosas que se han vuelto mieles de
colores, y estoy pegado a tu costado como un mosco a una pálida dulzura de
esmeralda y malva, y tus espaldas me dan Oriente de perlas de azúcar, y tus
muslos me hacen subir por los rubíes de los guerreros a la alcoba de las
constelaciones, bajo los verdes campos de jade tas de tus manos, que tienen en
sus cuencos de nido, la forma de tus senos casi azules...
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