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“En una
entrevista que concede a Le Temps, Proust
establece una distinción entre memoria voluntaria e involuntaria”
“… de su
tasa de té.”
“… verá, creo
que tan sólo de los recuerdos involuntarios debería extraer el artista la
materia prima de su obra. En primer lugar, precisamente porque son voluntarios,
porque se forman de sí mismos, atraídos por la semejanza de un minuto idéntico,
son los únicos que poseen una impronta de autenticidad. Además nos devuelven
las cosas con una exacta dosificación de memoria y olvido. Y por último, como
nos hacen disfrutar de la misma sensación en una circunstancia totalmente
distinta, la liberan de toda contingencia, nos transmiten la esencia
extratemporal, la que constituye precisamente el contenido del estilo elevado,
de esa verdad general y necesaria que sólo la elevación del estilo es capaz de
reflejar.”
Marcel Proust (10 de
julio de 1871 – 18 de noviembre de 1922)