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Trata a todos como con respeto.
Vive la experiencia de las personas y deja que las personas vivan la experiencia de ti.
Estás compartiendo el mundo con ellas.
No les encasilles. Eres mucho más sabio que eso.
En cambio, sé todo oídos, haz preguntas. Sé amable y perdona.
Tú y cada persona viva son únicos. Todos somos individuos.
Todos somos un poco raros y esdrújulos, con diferentes historias y experiencias.
Deja que las personas sean quienes son.
Vive el presente junto a ellas. Exprime el momento.
Permítete a ti mismo y a los demás a ser únicos y hermosos y extraños y salvajes.
La vida es así: emocionante y vibrante
cuando permites que otras personas entren en tu vida TAL CUAL COMO SON.
La belleza se logra al involucrar a todos,
porque cuando las personas pueden involucrarse con un ápice de propósito,
florece el AMOR.
