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Vamos a sacarte de ese sentimiento — de esa falta de importancia — de esa sensación de que la vida es demasiado para ti, de esa desconfianza en las personas.
Validemos tu vida — ayúdate a recordar que la belleza, la verdad, la armonía, la compasión y la paz se encuentran en ti — eres vital e importante, tu vida vale.
Los problemas de la vida no tienen fin, pero esta es una lucha que todos conocemos.
Por eso nos tenemos unos a otros: para ser mentores — para guiarnos — para aligerar la carga de estar vivos.
Por eso tenemos música: para calmarnos — para bailar — para recordarnos que estamos vivos.
Por eso tenemos deportes: para animarnos — para practicarlos — para recordarnos que nos podemos mover.
Hagamos que estos sean los últimos días en los que dejemos que esas emociones nos maten lentamente, porque tenemos mucho que dar. Nuestra capacidad para ser felices y dar felicidad es infinita.
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